jueves, 11 de junio de 2015

FUKUSIMA Y CHERNOBIL



El 11 de marzo del 2011, después de un terremoto y tsunami de 15 metros, las fuentes de refrigeración y alimentación de centrales nucleares fueron destruidos, fundiendo los núcleos.







EN CONTRA DE LA ENERGÍA NUCLEAR

La energía nuclear no es una alternativa de producción energética frente al cambio climático. Crea residuos nucleares peligrosos para la salud y el medio ambiente que tardan cientos de años en degradarse, y los accidentes nucleares arruinan regiones vastísimas. 

La energía nuclear está muy lejos de ser una alternativa limpia y sostenible: aunque produce menos CO2 que el petróleo o el carbón, los residuos nucleares son altamente contaminantes y dejan su huella durante cientos de años antes de degradarse. Y en caso de accidente, como el de Fukushima  o el deChernobil, destrozan por completo la salud, la habitabilidad y el ecosistema de áreas que sobrepasan con creces las localidades donde suceden. Accidentes así pueden volver a producirse y el coste social, ambiental y económico lo sufragan los ciudadanos y no la industria nuclear.

Por otra parte, la energía nuclear aporta únicamente el 4,5% de la energía primaria comercial mundial, el parque nuclear está envejecido y las nuevas construcciones sufren aumentos de los presupuestos previstos y retrasos en los prolongados plazos de construcción. Ni siquiera es una energía barata: la instalación y desmantelamiento de las centrales son muy caros, al igual que la obtención de una materia prima escasa (uranio o plutonio) y la gestión de los residuos.

La nuclear no es una energía alternativa frente al cambio climático, ya que incluso triplicando la capacidad nuclear mundial únicamente daría lugar a un 6% de reducción de las emisiones de carbono, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Para mejorar la seguridad:
  • Que la transparencia y la independencia de los reguladores nucleares ayuden a tomar decisiones que velen en exclusiva por la seguridad y los aleje de las presiones económicas y políticas.
  • La participación pública ayuda a que se favorezca la transparencia y obliga a los operadores a mantener incentivos elevados de seguridad.
  • Modificar la responsabilidad civil para que no haya un límite de daños y para que se extienda a toda la industria nuclear, no sólo a los operadores. Mayores costes en responsabilidad implica mayores inversiones en seguridad.
Para cerrar las nucleares:
  • Adoptar un modelo energético 100% renovable y eficiente, que es técnicamente posible, económicamente viable y sostenible.